martes, 11 de febrero de 2014

"No eres una lagartija"



No eres una lagartija es un cuento de Concha López Narváez. Detrás de una roca nace un pequeño ser parecido a una lagartija de ojos rojos, pero los animales del bosque lo expulsan por ser diferente. Al enfadarse, su cuerpo empieza a crecer hasta volverse enorme …

El principal mensaje del cuento: la construcción de nuestra identidad depende de quienes nos rodean y son ellos quienes pueden hacer de nosotros seres monstruosos o seres magníficos.

La metáfora que emplea la autora del cuento en que se basa este cuento no puede ser más acertada, una lagartija distinta a otros animales e incluso a las demás lagartijas por el color de sus ojos, que quiere saber quien es y cómo debe actuar. Lo que se pone de relieve al final  es que son los que nos quieren, nuestros verdaderos amigos, quienes al pedirnos que correspondamos a su amistad, nos hacen mejores personas. Paralelamente, se apunta con nitidez la idea de que conviene ser precavidos y no responder siempre a las demandas del entorno social para ser aceptados.
Frente a algunos "valores" de la sociedad en que vivimos, la historia de la lagartija camina en una dirección
 
opuesta: Lo importante no es lo que tenemos, sino cómo somos y la clave de la felicidad está en descubrir a las personas que nos quieren y son capaces, por tanto, de convertirnos en seres singulares, pero sobre todo generosos y alegres.

              
                                            


                                       No eres una lagartija.

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